APRUEBA PLAN DE RECUPERACIÓN, CONSERVACIÓN Y GESTIÓN DEL QUEULE (GOMORTEGA KEULE)
Núm. 19.- Santiago, 20 de junio de 2023.
Vistos:
Lo dispuesto en los artículos 19 N° 8 y 32 N° 6, de la Constitución Política de la República; en los artículos 37, 70 letra i), 71 letra f) y 73 de la ley N° 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente; en el Convenio sobre Diversidad Biológica, promulgado como Ley de la República mediante el decreto supremo N° 1.963, de 1994, del Ministerio de Relaciones Exteriores; en el decreto N° 531, de 1967, del Ministerio de Relaciones Exteriores, que promulgó como Ley de la República la Convención para la Protección de la Flora, Fauna y las Bellezas Escénicas Naturales de América; en la Ley N° 18.575 Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado; en la ley N° 19.880 que establece las Bases de los Procedimientos Administrativos que Rigen los Actos de los Órganos de la Administración del Estado; en el decreto N° 13, de 1995, del Ministerio de Agricultura, que declaró como Monumento Natural a las especies forestales Queule, Pitao, Belloto del Sur, Belloto del Norte y Ruil; en el decreto supremo N° 1, de 2014, del Ministerio del Medio Ambiente, que aprueba el Reglamento para la elaboración de Planes de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies; en el decreto supremo N° 151, de 2007, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, que aprueba y oficializa el primer proceso de Clasificación de especies según estado de conservación; en la resolución exenta N° 1.367, de 9 de diciembre de 2020, del Ministerio del Medio Ambiente, que inicia el procedimiento para la elaboración del Plan de Recuperación, Conservación y Gestión del Queule (Gomortega keule); en el Acuerdo N° 07/2023 del Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático, adoptado el 17 de marzo de 2023; en la resolución N° 7, de 2019, de la Contraloría General de la República; y,
Considerando:
1. Que, conforme al artículo 19 N° 8 de la Constitución Política de la República es deber del Estado tutelar la preservación de la naturaleza, así como velar por la protección y conservación de la diversidad biológica del país.
2. Que, conforme lo dispone el artículo 70 letra i) de la Ley N° 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente, es atribución del Ministerio del Medio Ambiente proponer políticas y formular planes, programas y acciones que establezcan los criterios básicos y las medidas preventivas para favorecer la recuperación y la conservación de los recursos hídricos, genéticos, la flora, la fauna, los hábitats, los paisajes, ecosistemas y espacios naturales, en especial los frágiles y degradados, contribuyendo al cumplimiento de los convenios internacionales de conservación de la biodiversidad. Uno de dichos instrumentos son los planes de recuperación, conservación y gestión de especies, referidos en el artículo 37 de la ley N° 19.300.
3. Que, los planes de recuperación, conservación y gestión de especies constituyen un instrumento administrativo que contiene el conjunto de acciones, medidas y procedimientos que deberán ejecutarse para recuperar, conservar y manejar especies que hubiesen sido clasificadas en el marco del Reglamento de Clasificación de Especies Silvestres según Estado de Conservación, de acuerdo al artículo 37 de la ley N° 19.300.
4. Que, el inciso segundo del artículo 37 de la Ley N° 19.300 dispone que el Ministerio del Medio Ambiente deberá aprobar planes de recuperación, conservación y gestión de las especies silvestres clasificadas en categoría de conservación, de acuerdo a lo normado en el decreto supremo N° 1, de 2014, del Ministerio del Medio Ambiente, que aprueba el Reglamento para la elaboración de Planes de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies.
5. Que, a través del decreto N° 151, de 2007, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, que oficializó la Primera Clasificación de Especies según su Estado de Conservación, se clasificó al Queule como En Peligro (EN).
6. Que, el Queule se encuentra en el referido estado de conservación debido a las amenazas que enfrenta, entre ellas, los incendios forestales, plantaciones forestales, malas prácticas agrícolas, colecta inadecuada de frutos y semillas, entre otras.
7. Que, siguiendo lo establecido en el artículo 14 del decreto supremo N° 1, de 2014, del Ministerio del Medio Ambiente, a través de resolución exenta N° 1.367, de 9 de diciembre de 2020, del Ministerio del Medio Ambiente, se dio inicio al procedimiento para la elaboración del Plan de Recuperación, Conservación y Gestión del Queule (Gomortega keule).
8. Que, en conformidad con lo establecido en el artículo 71 letra f), de la ley N° 19.300, y en artículo 19 del DS N° 1, de 2014, del Ministerio de Medio Ambiente, el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático, en Sesión ordinaria de 17 de marzo de 2023, adoptó por unanimidad el Acuerdo N° 07/2023, acordando proponer a S.E. el Presidente de la República, el Plan de Recuperación, Conservación y Gestión del Queule (Gomortega keule).
Decreto:
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Artículo único: apruébese el siguiente Plan de Recuperación, Conservación y Gestión del Queule (Gomortega keule).
PLAN DE RECUPERACIÓN, CONSERVACIÓN Y GESTIÓN DEL QUEULE
(Gomortega keule)
1. INTRODUCCIÓN
La presente propuesta de Plan de Recuperación, Conservación y Gestión del Queule (Gomortega keule), es una iniciativa que surge del Proyecto Iniciativa Conservación de Especies Amenazadas ejecutada por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), implementada por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF). Este plan responde a los lineamientos del Ministerio del Medio Ambiente en el marco del Reglamento de Planes de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies (DS N° 1/2014 del Ministerio del Medio Ambiente).
El presente documento es producto de un trabajo colectivo surgido del trabajo mancomunado de las instituciones públicas y privadas, ONGs y Universidades que conformaron el Grupo de Elaboración del Plan (GE). Este fue constituido el año 2020 mediante la Resolución Exenta N° 1.367 del 9 de diciembre de 2020 que dio inicio al proceso de elaboración del Plan de RECOGE del Queule.
Este plan asume el desafío de implementar acciones de conservación de manera integrada, con la participación y coordinación de todos los sectores, con sus respectivas responsabilidades y competencias. En este sentido, se destaca el interés y preocupación de diversas instituciones públicas y privadas en la conservación de esta especie. Con esta amplia participación el Plan RECOGE de Queule, coordinará los esfuerzos que permitan disminuir las amenazas y mejorar el estado de conservación de esta relevante especie endémica.
2. METODOLOGÍA DE ELABORACIÓN DEL PLAN
Este Plan de Recuperación, Conservación y Gestión del Queule, árbol endémico, y clasificado como En Peligro, está estructurado de acuerdo a los lineamientos del Ministerio del Medio Ambiente, en el marco del Reglamento para la Elaboración de Planes de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies (decreto supremo N° 1/2014 del Ministerio del Medio Ambiente). Fue elaborado en el marco de las funciones que el Reglamento establece para el Grupo de Elaboración. Sus integrantes fueron nombrados por la resolución exenta N° 1.367 del 9 de diciembre de 2020 que da inicio al proceso de elaboración del presente Plan. El grupo de elaboración se reunió en 8 sesiones de forma remota. Se invitó a los integrantes a sumarse voluntariamente a un grupo de apoyo que tuvo la tarea de reunir antecedentes y analizar las propuestas de acción, a este grupo se le llamó grupo de redacción y también se reunió en otras 8 sesiones de forma remota. Los temas que propuso el grupo de redacción se llevaron al Grupo de Elaboración para consenso (Anexo 14.2).
La elaboración del plan RECOGE, se basó en la Metodología de Planificación de Estándares Abiertos para la Práctica de la Conservación (CMP, 2020). Esta metodología se compone de diferentes fases siendo principalmente las denominadas como "Evalúe" y "Planifique" las que fueron desarrolladas en el proceso de elaboración del plan.
3. GESTIÓN EN CONSERVACIÓN
El Queule fue declarado el año 1995 monumento natural a través del decreto exento N° 13 del Ministerio de Agricultura. En el mismo año se creó la Reserva Nacional Los Queules, bajo la administración de la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Esta reserva está ubicada en la comuna de Pelluhue (Región del Maule, provincia de Cauquenes) y cuenta con una superficie de 147 hectáreas de hábitat de esta especie. Posteriormente, en el año 2005, la Corporación Nacional Forestal (CONAF), en un esfuerzo por realizar acciones efectivas de conservación para la especie, elaboró, en conjunto con otras instituciones públicas y privadas, el primer "Plan Nacional de Conservación del Queule, Gomortega keule (Mol.) Baillon, en Chile" con el objetivo de "conservar in situ la diversidad genética de las poblaciones de Queule y desarrollar acciones destinadas a su recuperación, tanto en terrenos fiscales como privados" (Villa y Benoit 2005). Sin embargo, se registra poco avance en el cumplimiento de los objetivos específicos, lográndose resultados en solo dos de los cinco objetivos planteados.
4. ESTADO DE CONSERVACIÓN Y CRITERIOS DE EVALUACIÓN
Esta especie se encuentra clasificada en la categoría "En Peligro (EN)" para toda su distribución, según el Reglamento de Clasificación de Especies (RCE) (DS 151/2007 Ministerio Secretaría General de la Presidencia). Esta clasificación "En Peligro (EN)", responde a los criterios A2ace; B1ab (i, ii, iii, iv, v) + 2ab (i, ii, iii, iv, v); C1+2a(i); D"(1). La interpretación de esta evaluación indica que la especie se encuentra En Peligro debido a: (i) una reducción del tamaño de la población de al menos un 30% en 10 años o tres generaciones, determinado por observación directa, por una reducción del área de ocupación, extensión de presencia y/o calidad del hábitat, y por taxones introducidos; (ii) la extensión de la presencia de Queule es menor a 5.000 km 2 y un área de ocupación menor a 500 km 2, la población está severamente fragmentada y presenta una disminución continua en estos dos subcriterios, además de la calidad del hábitat, número localidades o subpoblaciones y en el número de individuos maduros; (iii) el número de individuos maduros es menor a 2.500, sometido a una disminución continua y con menos de 250 individuos maduros en cada subpoblación; y (iv) es considerada una población muy pequeña o restringida.
A continuación, se definen algunos conceptos clave de los criterios de clasificación de la UICN(2) que son aplicados en la elaboración del presente Plan de RECOGE de Queule:
Subpoblación: son los grupos de la población que están separados geográficamente o por otro factor, y entre las cuales hay muy poco intercambio genético o demográfico (típicamente, un individuo o gameto migratorio exitoso al año, o menos).
Localidad: se define como un área geográfica o ecológica distintiva en la cual un solo acontecimiento amenazante puede afectar rápidamente a todos los individuos del taxón presente. El tamaño de una localidad depende del área cubierta por la amenaza y puede incluir parte de una o muchas subpoblaciones del taxón. Cuando una especie se encuentra amenazada por más de un factor, la localidad debería ser definida en base a la amenaza potencial más seria.
Si en una misma zona hay dos o más subpoblaciones que pueden verse amenazadas por uno de estos eventos amenazantes, se contabilizarán como una sola localidad. Y, al contrario: si una única subpoblación ocupa una zona de extensión mayor que la que podría verse afectada por un solo evento, se contará como más de una localidad.
Fragmentación severa: el concepto 'severamente fragmentado' se refiere a aquella situación en la que los riesgos de extinción del taxón aumentan como resultado de que la mayoría de los individuos se encuentran en subpoblaciones pequeñas y relativamente aisladas (en ciertas circunstancias esto se puede inferir a partir de información sobre el hábitat). Estas pequeñas subpoblaciones pueden extinguirse con una probabilidad reducida de recolonización. Para cumplir este criterio, más de la mitad de los individuos debe encontrarse en fragmentos aislados y pequeños (o más de la mitad de la superficie de hábitat ocupado debe estar constituida por este tipo de fragmentos).
Individuos maduros: se contabiliza el número conocido, estimado o inferido de individuos capaces de reproducirse.
Para estimar este número, hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones de la UICN:
- Como norma general, el rameto, es decir la entidad más pequeña capaz de sobrevivir de forma autónoma y de reproducirse (sexual o asexualmente), debe ser considerado como un individuo maduro.
- Las unidades reproductoras dentro de un clon deben ser contadas como individuos, excepto cuando dichas unidades sean incapaces de sobrevivir por sí solas. Por ejemplo: cuando el organismo presenta unidades claramente distinguibles, cada unidad debe contabilizarse como un individuo maduro. En principio, se debe contabilizar como un individuo maduro la menor de las entidades (rameto) en que puede dividirse un organismo sin causarle la muerte ni impedir su reproducción.
- Individuos maduros que nunca producirán descendientes no se deberían contar (p. ej. cuando las densidades son muy bajas para la fertilización).
- Cuando el tamaño de la población fluctúa, debe usarse el tamaño estimado más bajo. En la mayoría de los casos este será mucho menor que la media.
- En el caso de taxones que pierden de forma natural todos o una parte de los individuos maduros en algún momento de su ciclo de vida, la estimación debería hacerse en el momento apropiado, es decir, cuando los individuos maduros están disponibles para la reproducción.
De acuerdo con esta definición, Queule suele crecer de manera modular con varias unidades reproductoras. El crecimiento de un organismo modular no termina nunca y no tiene una forma, tamaño o edad finales. A veces, un organismo modular (la colonia clonal o geneto) consta de varias partes (rametos) que pueden estar más o menos aisladas entre sí.
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(1) Comité de Estándares y Peticiones de la UICN. 2019. Directrices de uso de las Categorías y Criterios de la Lista Roja de la UICN. Versión 14. Preparado por el Comité de Estándares y Peticiones. Disponible en https://www.iucnredlist.org/es/resources/redlistguidelines.
(2) https://www.iucnredlist.org/es/resources/redlistguidelines.
5. ANTECEDENTES GENERALES
5.1 Taxonomía
El nombre científico usado actualmente para la especie es Gomortega keule (Molina) Baill y fue discutido por Espinosa (1948). Este nombre aparece como válido de acuerdo con el Código Internacional de Nomenclatura para Algas, Hongos y Plantas (Código de Shenzhen 2017), en el catálogo de Rodríguez et al (2018). El Queule pertenece a una familia monotípica, lo que quiere decir que es el único representante (la única especie) viva de la familia Gomortegaceae. Esta familia pertenece al orden Laurales, considerado hoy un linaje muy antiguo y con características arcaicas dentro de las angiospermas o plantas con flores. Desde el punto de vista evolutivo esto significa que el Queule es portador de información genética y de un ensamble de características adaptativas que no están presentes en ningún otro ser vivo. La combinación de información genética y de estrategias adaptativas del Queule fueron modeladas en el transcurso de millones de años de evolución. Se han encontrado fósiles de madera que corresponderían a la familia Gomortegaceae con una edad de 20-25 millones de años (Nishida et al. 1989), aunque el origen de la familia tendría cerca de 100 millones de años según sugieren algunos estudios genéticos (Renner 2005), en línea con el hallazgo de una flor fosilizada en ámbar, atribuida a un grupo de plantas afín a esta familia (Crepet et al. 2016). El Queule no sólo es una especie que representa por sí sola la sobrevivencia de un antiguo linaje evolutivo, sino también un componente importante dentro de un ecosistema con biodiversidad de importancia mundial (hotspot) y altamente amenazado, en el que se encuentran numerosas especies endémicas que sobrevivieron a las glaciaciones el Pleistoceno en los refugios biológicos de la Cordillera de la Costa de nuestro país.
5.2 Descripción de la especie
El Queule es un árbol siempreverde. Al igual que el canelo, es pariente de las primeras plantas con flores que aparecieron en el planeta. Su data se estima hace unos 100 millones de años (Período Cretácico), por lo que se le considera un fósil viviente (FAO 2021). Eso quiere decir que es depositaria de información genética propia e irrepetible, desarrollada y adaptada a su hábitat a través de millones de años de evolución (Muñoz 2018).
Puede alcanzar entre 15 y 28 metros de altura, con un diámetro promedio entre 15 cm y 60 cm, aunque también se han descrito individuos con más de 1 m de diámetro y alturas superiores a 30 metros. En la etapa juvenil los individuos presentan un crecimiento de sus ramas de tipo monopódico, mientras que en los adultos es simpódico (Serra et al., 1986; Le Quesne & Stark, 2006), es decir, las ramas laterales se desarrollan más que el eje principal o incluso éste deja de crecer. El tronco presenta un color gris ceniza, rugoso y con fisuras longitudinales superficiales en individuos adultos. Las hojas son simples, enteras, de forma oblongo lanceoladas y se disponen de forma opuesta. Las láminas son de 5-12 x 2-4,5 cm (Le Quesne & Stark 2006).
Es una especie monoica, posee flores hermafroditas que se agrupan en número de 3 a 9, en inflorescencias terminales o axilares. Cada flor mide entre 5 y 7 mm de diámetro y posee de 5 a 9 tépalos formados en espiral de color verde blanquecino. Ha llamado la atención la gran variabilidad de las partes florales del Queule, la que corresponde a una característica ancestral común presente entre las primeras angiospermas, como lo son los órdenes de los Magnoliales, Laurales y Canellales (Le Quesne & Stark 2006). Su fruto es una falsa drupa oblonga de color amarillo una vez maduro, de 3,5-7 cm de largo y 2-5 cm de diámetro (Le Quesne & Stark 2006), siendo uno de los más grandes de la flora nativa chilena y muy utilizado para consumo humano. El fruto en su interior tiene un endocarpo leñoso muy duro que contiene entre 1 y 3 semillas pequeñas (10-14 mm).
5.3 Reproducción
Reproducción sexual
La floración y la maduración de los frutos del Queule ocurre en otoño, entre marzo y abril. Se ha observado que durante el invierno el Queule sufre la pérdida de parte de sus flores a causa de los vientos, lluvias y bajas temperaturas (San Martín 2005).
Los frutos y flores se pueden observar de forma simultánea en algunas ramas y en diferentes estados de desarrollo durante todo el año (Ruiz & Pavon 1798, Le Quesne & Stark 2006), sugiriendo que la maduración completa del fruto requiere más de una temporada (Rodríguez 1988, Riedemann & Aldunate 2003, Le Quesne & Stark 2006). La polinización de las flores de Queule es realizada principalmente por insectos, siendo los sírfidos los vectores que transportan mayor cantidad de polen (Lander et al. 2009). Luego de la polinización (abril-mayo), los frutos comienzan a desarrollarse entre agosto y septiembre y aumentan paulatinamente de diámetro. Sólo después de 22 a 24 meses desde la floración, los frutos desarrollan su color amarillo, maduran y caen (Muñoz-Concha & Saud 2011).
En la reproducción sexual el punto más crítico detectado por el Grupo de Elaboración se refiere a que es evidente el escaso reclutamiento de nuevos individuos, a pesar de que se observa producción de frutos y semillas. Esta observación requiere de estudios dirigidos a encontrar los factores que están determinando el bajo reclutamiento. En este caso si bien es un factor que afecta negativamente la conservación de esta especie, la endogamia no sería tan relevante en un proceso de extinción debido a que tiene un ciclo de vida largo, sin embargo, es un factor que se debe monitorear.
Reproducción asexual
Se considera que la capacidad para rebrotar (reproducción vegetativa) de Queule es bastante buena, es decir un individuo que ha sido dañado o cortado normalmente es capaz de producir nuevos brotes. Gracias a que tiene la capacidad de rebrotar abundantemente desde la base del tronco, ha podido sobrevivir y mantenerse en lugares alterados (Muñoz, 2018).
5.4 Distribución geográfica: extensión de la presencia (EOO), área de ocupación (AOO) y subpoblaciones
El rango actual de distribución de la especie abarca las regiones del Maule, Ñuble y Biobío principalmente en las quebradas húmedas de la ladera occidental de la Cordillera de la Costa (Villagrán et al. 1998, Le Quesne & Stark 2006), desde la provincia de Cauquenes (35°47'S) hasta la provincia de Arauco en la Cordillera de Nahuelbuta (37°41'S) (Figura 1).
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En el año 2008 el cálculo de la extensión de la presencia (EOO) fue de 6.592,8 km2. Posteriormente, en el marco del proyecto "Estudio de prospección de la especie Gomortega keule e identificación del grado de amenaza en las regiones de Maule, Ñuble y Biobío" (LEP y FAO-MMA 2020) y con el fin de evaluar el estado de conservación actual de la especie, se prospectaron 48 puntos potenciales de presencia de esta especie. Con la información actualizada se calculó nuevamente la EOO, revelando una superficie de 4.392,5 km 2, lo que indica una reducción de un 33,3% respecto al año 2008. En cuanto al área de ocupación (AOO), usando una grilla de 1 km 2, se obtuvo un valor de 86 km 2.
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Se estima que un 60% estaría en terrenos de propiedad de empresas forestales (Arauco, Mininco y Masisa) así como de la Armada de Chile (Talcahuano) y el 40% restante en predios de pequeños propietarios en las comunas de Pelluhue, Chanco, Cobquecura, Coelemu, Tomé, Penco, Florida, Concepción, Hualqui, Los Álamos, Hualpén, Chiguayante y San Rosendo. La especie cuenta con territorio de ocurrencia protegido únicamente en la Reserva Nacional Los Queules (Pelluhue, Maule), con sólo 150 ha (FAO 2016).
La clasificación de la vegetación natural del país propuesta por Luebert & Pliscoff (2017), que incorpora aspectos bioclimáticos además del gradiente altitudinal permite ubicar las subpoblaciones del Queule en 5 pisos de vegetación en su área de distribución (Tabla 1).
Tabla 1. Pisos vegetacionales con presencia de Queule por localidad
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5.4.1 Identificación de subpoblaciones
Una primera aproximación a la identificación de subpoblaciones se llevó a cabo considerando la segregación de sitios mediante un análisis de la distribución geográfica de los puntos de presencia colectados mediante el método "alpha hull" (Burgman & Fox 2003, Edelsbrunner et al. 1983).
A partir del análisis alfa hull realizado por el Laboratorio de Ecología del Paisaje se determinó la existencia de 10 subpoblaciones distribuidas en las regiones del Maule, Ñuble y Biobío. La mayor cantidad de subpoblaciones se concentran en la provincia de Concepción. La extensión de la superficie que abarca cada una de estas subpoblaciones es variable, siendo las de mayor tamaño aquellas ubicadas en las comunas de Cobquecura, Coelemu y Tomé.
5.4.2 Tamaño poblacional
El 2019 se cuantificó el tamaño poblacional mediante observación directa, así como también la estimación del tamaño de los fragmentos de bosques nativos con presencia de la especie para la Región del Biobío y Ñuble (LEP-CONAF Región del Biobío, 2020). Se registró un tamaño poblacional total de 1.516 individuos de Queule. El número de individuos adultos (> 5 cm dap y > 2 m altura) observados en toda su distribución fue de 1.483, de éstos 720 son maduros (LEP & FAO-MMA, 2020). En este caso, se siguió los estándares de la IUCN para cuantificar individuos maduros como unidades reproductoras independientes cuando la especie se presentaba en módulos.
5.4.3 Caracterización de los ecosistemas con presencia de Queule
El 77% de los puntos de presencia de Queule en la Región del Biobío, se encuentran en plantaciones forestales, seguido por un 12,3% en bosque nativo secundario (LEP-CONAF Región del Biobío, 2020). Adicionalmente, solo un 12% de los puntos de presencia de Queule ocurren en bosques nativos y un 88% en plantaciones forestales en las regiones del Biobío y Ñuble (Anabalón 2020). Se puede decir que menos de la mitad de los individuos de Queule se encuentran en su hábitat.
5.4.4 Grado de fragmentación de la población de Queule en la Región del Biobío
Al año 2020, Queule se encontraba presente en un total de 20 fragmentos de bosque nativo; nueve de estos no superaron media hectárea de superficie. De los 11 fragmentos >0,5 ha, la mayoría tenía un tamaño reducido entre 0,5 y 10 ha. No se evidenció la presencia de la especie en fragmentos continuos de bosque nativo mayores a 10.000 ha.
Estudios recientes revelan que, en la actualidad, la especie ocurre principalmente en bosques nativos sometidos a altos grados de fragmentación (LEP & CONAF Región del Biobío 2020, Anabalón 2020). Cerca de un 70% de los fragmentos de bosque nativo con presencia de la especie se clasifican como grado "fragmentario", cercano a la condición relictual y una muy baja integridad ecológica. Es decir, los fragmentos de Queule son de muy reducido tamaño, de forma casi regular (simplificación de su forma por niveles avanzados de fragmentación), aislados entre sí, con bordes adyacentes a ecosistemas contrastantes y escasa o nula área núcleo (Figura 3) (LEP & CONAF Región del Biobío 2020, Anabalón 2020). Esto indica que la especie presenta una fragmentación severa de sus subpoblaciones y de su hábitat.
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Este plan de conservación está dirigido a frenar la pérdida de individuos y de su hábitat con medidas para mejorar la conectividad de fragmentos y la calidad del hábitat.
5.5 Análisis genético
El Laboratorio de Epigenética Vegetal de la Universidad de Concepción desarrolló un estudio que permitió evaluar el estado actual (año 2020) de diversidad genética de G. keule en toda su distribución natural en las regiones de Maule, Ñuble y Biobío (LEP 2020).
El diseño de muestreo se realizó siguiendo la metodología propuesta por Hasbún et al. (2016). La información base tomó la localización de 855 puntos de presencia de la especie. Se usaron índices climáticos derivados de temperaturas extremas y precipitación de WorldClim. La mejor distribución modelada resultó con algoritmo Random Forest de BIOMOD y tras análisis de cluster se definieron 5 estratos ecológicos representativos (Fig. 4). Se seleccionaron 40 localidades distribuidas proporcionalmente a la superficie de cada estrato y se muestrearon 123 árboles de los cuales 96 fueron genotipificados. (Figura 3). Se utilizó la herramienta genómica Genotyping-by-Sequencing (GBS) y el programa Ipyrad para la genotipificación con marcadores moleculares SNPs (Polimorfismos de nucleótido único). Se obtuvieron 43.953 SNPs polimórficos, los cuales fueron empleados para realizar análisis genético a escala de paisaje. Solamente 1.107 SNPs mostraron señales de estar bajo procesos selectivos (SNPs selectivos).
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5.5.1 Diversidad genética de G. keule
Los resultados de diversidad genética de G. keule muestran valores intermedios y mayores a los esperados para una especie amenazada. La heterocigosidad esperada, es decir, la probabilidad de que dos alelos tomados al azar de la población sean diferentes, fue mayor que la heterocigosidad observada (0,302 versus 0,282). Por otra parte, el valor del coeficiente de endogamia resultó positivo con un valor de 0,067, indicando la probabilidad de que dos alelos de un locus sean idénticos por proceder de un ancestro común. Ambos resultados podrían explicarse por procesos de endogamia, porque los individuos que participan en la reproducción se encuentran muy emparentados (Kull & Jaaska 2014, Mandujano-Sánchez 2007). En la actualidad la reproducción de esta especie ocurre primordialmente de manera asexual. El reclutamiento de individuos a partir de semilla es escaso y muy pocos llegan a estados de juvenil y adulto reproductivo. En este sentido, es prioritario estudiar el impacto relativo que tienen sobre la regeneración factores como la reducida diversidad genética de las subpoblaciones, la escases de individuos maduros y la alteración del hábitat de esta especie.
5.5.2 Número de poblaciones ancestrales y mapa genético-adaptativo de G. keule
La estructura genética de las poblaciones de G. keule fue inferida por análisis bayesiano utilizando el criterio de entropía, con el cual se identificaron 3 poblaciones ancestrales para la especie. El grupo genético norte (azul) y centro (rojo) tienen un ancestro en común cercano, y son genéticamente distantes al grupo sur (verde) (Figura 5A). Al mapear en el espacio geográfico los patrones de composición genética de los SNP selectivos de G. keule, se puede observar que las localidades con colores similares albergan individuos con capacidades adaptativas similares (Figura 4B).
El mapa de macrozonas genéticas adaptativas (Figura 5B) muestra que el grupo genético norte se divide en dos macrozonas representadas en verde (sector norte) y azul (sector sur). Mientras que el grupo genético centro se observa una gran macrozona representada en morado. En la zona norte de este grupo genético, que ocupa el centro de la distribución geográfica, se presenta un área de mezcla con la parte sur de la macrozona ubicada en el sector norte de la distribución representada en color azul. El grupo genético sur, por su parte, se divide en dos macrozonas; una en la planicie costera (rosa) y una emplazada sobre la cordillera de la costa (amarilla), probablemente determinada por la variación en altura que existe en la zona (Figura 5B).
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No se observa cercanía genética adaptativa entre el grupo genético sur con los grupos genéticos centro y norte. Esto podría significar que las localidades del sur poseen alelos únicos que se correlacionan con las variables ambientales presentes en el lugar, lo que conlleva a una historia evolutiva diferente a la de los grupos genéticos del centro y norte. El coeficiente de estacionalidad de la precipitación, el promedio de rango diurno de temperatura y la elevación (msnm) son los factores ambientales que determinan la presencia de alelos únicos, los cuales pueden ser claves para su supervivencia o determinar el éxito de acciones de restauración (Figura 6).
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La especie está actualmente estructurada genéticamente en tres poblaciones o linajes ancestrales cuyos límites geográficos aproximados son el Río Maule y el Río Biobío. Si bien el establecimiento natural es bajo o nulo, medidas de restauración activa podrían prosperar con riego en los primeros años. Sin embargo, los límites de las poblaciones genéticamente diferenciadas deben ser cuidadosamente respetados cuando se trata de translocación de gametos (ej. polen) y materiales reproductivos como semillas y plantas. Estas consideraciones deberán ser incluidas en la planificación metodológica de medidas de restauración en horizontes de mediano y largo plazo.
5.6 Servicios ecosistémicos
El bosque que constituye el hábitat de Queule y el Queule en sí mismo, proveen de numerosos servicios ecosistémicos de provisión, regulación y mantención y culturales(3).
servicios ecosistémicos de soporte: Al igual que otras especies nativas propias de las formaciones vegetacionales de su hábitat, esta especie contribuye con procesos esenciales de gran escala, como por ejemplo la regulación del clima y la calidad del aire, el secuestro y almacenamiento de carbono, la moderación de fenómenos naturales, la prevención de la erosión y conservación de la fertilidad de suelos, el control de plagas y regulación de los flujos del agua, la polinización que permite la reproducción de muchas especies fundamentales para nuestra alimentación.
servicios ecosistémicos de aprovisionamiento: Los usos históricos comprenden el fruto, la madera, y varios usos menos conocidos, pero de importancia cultural, que incluyen la tinción de lana y la utilización de hojas como saborizante en el mate (Muñoz-Concha & Garrido-Werner 2011). El fruto del Queule ha sido utilizado desde tiempos ancestrales. Uno de los primeros registros de su uso fue realizado en el año 1558 por el cronista español Jerónimo Vivar, quien mencionó el uso del fruto para la elaboración de jarabes y bebidas (Torrejón & Cisternas 2003). La madera por su parte destaca por un veteado principalmente en la base del tronco (Albert 1924, Donoso & Escobar 2003). Federico Albert, ya desde 1924 en su boletín "Materias Primas Vegetales y Animales" reconoce el uso de la madera de Queule para mueblería de lujo, enchapados e incrustaciones y como madera de tornería por sus características de veteado, peso regular, resistencia, dureza y elasticidad. Hoy en día su designación como Monumento Natural impide su corta.
servicios ecosistémicos culturales: Varios autores mencionan también el hermoso aspecto del árbol y su valor y potencial ornamental que podría aprovecharse especialmente en comunas costeras de Chile centro-sur (Muñoz-Concha & Davey 2011a). En términos productivos, el Queule es también una oportunidad para desarrollar un cultivo frutal y nuevos productos alimenticios para el futuro (Muñoz 2018) por su atractivo potencial para uso consciente y sustentable en la producción de mermeladas, compotas y licores (FAO 2021). En este sentido también es relevante el significado social-cultural de esta especie. El Queule aparece como un elemento común en historias de infancia de quienes vivieron su época de esplendor. Uno de los relatos recogidos en el libro "Saberes del Queule y el zorro de Darwin"(4), elaborado por el Proyecto GEF de especies amenazadas, señala que el Queule ha sido parte de su historia de vida y los habitantes locales lo recuerdan como un símbolo de la niñez, que vivieron entre Tomé y Dichato, donde se acostumbraba a reunir con amigos para ir al bosque a buscar el fruto amarillo, típico de este árbol. Entre estas vivencias se encuentra la tradicional preparación de dulces y mermeladas que preparaban las madres con los frutos recolectados por los niños, búsqueda que se extendía por horas recorriendo el bosque nativo y hasta tomando un descanso en la sombra del Queule. Por otra parte, personas conocedoras de la medicina tradicional mapuche, identifican sus hojas y frutos, como elementos de la práctica médica ancestral de comunidades mapuche de la Región del Biobío porque "tiene mucha vitamina; es un alimento para el cerebro, para la mente, para todo". Esta significancia cultural y social de las comunidades en su relación con esta especie, es un factor que favorece las acciones diseñadas en este documento, puesto que esta especie es reconocida y valorada por la comunidad. Esto da mayores garantías en el involucramiento de los grupos sociales en las acciones de conservación.
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(3) https://cices.eu The Common International Classification of Ecosystem Services (CICES).
(4) Para descargar este documento, visitar la página: https://gefespeciesamenazadas.mma.gob.cl/wp-content/uploads/ 2021/03/Libro-Zorro-de-Darwin-Queule-web.pdf
6. DIAGNÓSTICO DE LOS FACTORES DE AMENAZA Y SUS EFECTOS
El Queule, como objeto de conservación del presente Plan, se encuentra sujeto a una serie de amenazas que de no controlarse provocarán la extinción de la especie. En consecuencia, las acciones de conservación se orientan a revertir aquellas amenazas que se evaluaron y fueron priorizadas por el Grupo de Elaboración del Plan.
6.1 Identificación y priorización de amenazas
Las principales amenazas identificadas para G. keule son los incendios forestales, los proyectos de inversión, los propágulos de pino y eucalipto que provienen de plantaciones forestales, la presencia de ganado, la colecta inadecuada de frutos y semillas, la corta ilegal de individuos de esta especie, las malas prácticas agrícolas y la extracción de tierra de hoja. Se identificó además la existencia de cada una de estas amenazas por zona de su distribución (Tabla 2.)
Tabla 1. Tabla de amenazas de Gomortega keule por zona norte, centro y sur de su distribución.
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Una vez identificadas y descritas las amenazas que afectan a esta especie se realizó priorización de estas, utilizando los criterios definidos en los Estándares Abiertos para la Práctica de la Conservación (Tabla 3). Este análisis fue complementado orden de amenazas de mayor a menos impacto por parte de los asistentes al taller.
Tabla 2. Amenazas priorizadas utilizando la metodología y criterios definidos en los Estándares Abiertos para la Práctica de la Conservación.
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6.2 Amenazas
6.2.1 Incendios Forestales
Los incendios forestales son una amenaza recurrente en el centro-sur de Chile (33-38° de latitud sur), área donde además se concentra la producción silvoagropecuaria del país (Díaz-Hormazábal & González, 2016). Las estadísticas históricas de CONAF indican que, en los últimos 40 años las regiones del Maule y Biobío han sido constantemente afectadas por incendios forestales de diversa magnitud que afectan al bosque nativo. La Región del Biobío ha sido la región de Chile más afectada perdiendo una superficie de 628.409 hectáreas de bosque en 87.227 eventos de incendio. La Región del Maule, por su parte la Región del Maule ha perdido 487.721 hectáreas de bosque en 17.729 eventos de incendios forestales. En la Figura 7 se muestra la ubicación de incendios entre 2010 y 2018, en áreas con presencia de Gomortega keule, diferenciado por zona (norte, centro y sur), en las regiones de Maule y Biobío.
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Para las regiones donde actualmente habita el Queule las estadísticas de incendios en las comunas que registran presencia de Queule, según los datos recopilados desde el año 1985 hasta el año 2018, señalan una importante ocurrencia de esta amenaza, afectando un total de 85.574 hectáreas de superficie forestal (nativo y plantaciones) en 18.858 eventos (Figura 8). Las comunas más afectadas por esta amenaza son Tomé, Concepción y, en menor medida, Coelemu.
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A futuro se prevé una mayor probabilidad de incendios en ambas regiones debido a que en el centro-sur de Chile existe una relación entre la ocurrencia de incendios, las condiciones en el Pacífico tropical (El Niño Oscilación Sur, ENOS) y las variaciones en los patrones de circulación atmosférica en latitudes medias y altas que influencian los parámetros de precipitaciones y temperaturas. Es así como estudios dendroclimáticos en la zona central de Chile han revelado un incremento en la recurrencia de sequías y disminución de las precipitaciones, contribuyendo a la generación de incendios con una mayor frecuencia y de una mayor extensión (Le Quesne et al. 2006). Esta especial confluencia de factores dibuja un incierto escenario especialmente para los pequeños fragmentos de bosque nativo y relictos en quebradas que albergan especies endémicas como el Queule, cuya disposición geográfica, insertas en paisajes forestales (González et al. 2011), las expone a una mayor vulnerabilidad. Para abordar esta amenaza se requiere fortalecer la coordinación entre actores públicos privados y particulares que comprendan la problemática de esta amenaza para la conservación de Queule y que actúen coordinadamente en la prevención, control y combate de incendios forestales cuando se identifique riesgo para esta especie y su hábitat actualmente fragmentado. Este actuar coordinado requiere necesariamente establecer acuerdos respecto a los protocolos de prevención y de acciones post incendio y, consecuentemente, fomentar la capacitación de actores incluyendo a la comunidad, en medidas de prevención de incendios forestales, así como en la evaluación de riesgos, que incluye el otorgamiento de permisos de quemas agrícolas en áreas con presencia de especies amenazadas en general y con presencia de Queule, en el caso particular de este plan.
6.2.2 Plantaciones de Pino y Eucalipto
El Queule se establece preferentemente, en sectores con disponibilidad de luz, encontrándose habitualmente un mayor número de individuos en sectores abiertos con luz directa, en claros antiguos y orillas de caminos (Villegas et al. 2003). La disponibilidad de luz es un factor de importancia en sus estadios iniciales, por lo que las especies acompañantes de rápido crecimiento dificultan tanto la germinación de sus semillas como el crecimiento de sus plántulas y brinzales. Por otra parte, el bosque maulino costero ha sufrido, en el curso de las últimas décadas, una significativa sustitución principalmente por plantaciones forestales de Eucalyptus globulus y Pinus radiata, lo que ha conformado un paisaje en mosaico con pequeños fragmentos de bosque nativo inmersos en plantaciones forestales (Bustamante & Guerrero 2009). Como consecuencia, en la actualidad, las extensas plantaciones forestales circundantes constituyen una relevante fuente de propágulos de especies exóticas que colonizan e invaden espacios abiertos, amenazando, por ende, la regeneración del Queule (Figura 9). Esto es especialmente preocupante en predios forestales que han quedado abandonados o que no tienen plan de manejo en los cuales la dispersión anemófila de las semillas de pino facilita el establecimiento de estas plántulas desplazando paulatinamente a las nativas en crecimiento y cobertura. Cabe señalar que, en toda el área de distribución del Queule, la vegetación circundante en su mayoría corresponda a esta conífera.
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Existen otras especies exóticas que también colonizan los fragmentos de bosque nativo y de Queule como Zarzamora (Rubus ulmifolius), Retamilla o Lluvia de Oro (Teline monspessulana), Retamo (Cytissus striatus), entre otras (Fuentes et al. 2014). Algunas de estas especies tienen un importante éxito reproductivo, expresado en un abundante número de propágulos, éxito en el establecimiento y crecimiento rápido, por lo que modifican la fisonomía, estructura y composición de los fragmentos con Queule. Esta cobertura y persistencia foliar impiden la regeneración natural de G. keule, tanto de tocón como de semillas. Los factores que favorecen el establecimiento de especies exóticas en fragmentos de bosque nativo inmerso en una matriz de plantaciones forestales son la apertura de claros de bosque por la caída de árboles antiguos, la corta de ejemplares de pino y eucalipto que favorece la creación de áreas despejadas de vegetación y la corta o entresaca ilegal de árboles de nativos acompañantes de Queule. Otro efecto negativo de las especies invasoras que se suma a la amenaza de incendios forestales es la acumulación de combustible que aumentando los riesgos y daños potenciales por incendios forestales. Las especies de plantas invasoras y el fuego pueden generar retroalimentación positiva, modificando la dinámica del paisaje y los ciclos ecosistémicos (García et al. 2007). La gestión de esta amenaza, identificada por el Grupo de Elaboración, requiere verificar y sistematizar la ubicación geo referenciada de los puntos con presencia de Queule en terrenos forestales. Esta información es fundamental para la elaboración, actualización y seguimiento de los planes de manejo de las áreas de alto valor (AAV). Respecto del manejo y operación forestal se debe implementar protocolos dirigidos a la protección de bosquetes de Queule, así como programas de capacitación y seguimiento de los mismos. También se requiere fortalecer y operativizar la fiscalización de los planes de manejo, así como incorporar a los mismos, zonas de buffer en torno a fragmentos de bosque nativo y Queule, así como áreas de protección de quebradas. El Grupo de Elaboración identificó como necesario para esta amenaza la coordinación de este Plan con el accionar del Consejo de Política Forestal, así como promover la actualización de los protocolos de plantaciones forestales.
6.2.3 Proyectos de inversión
Se identificó como una amenaza el emplazamiento de proyectos de inversión como por ejemplo explotación de canteras, proyectos mineros, líneas de alta tensión y parcelaciones (loteos) y en menor medida, construcción de caminos. En este ámbito se identificaron los proyectos que cuentan con evaluación ambiental y su respectiva Resolución de Calificación Ambiental en el área de distribución de la especie (Figura 10).
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En la zona norte de su distribución, cercano a Pelluhue, existe una fuerte presión por loteos y venta de parcelas, que no es de ingreso obligatorio al Sistema de Evaluación Ambiental. Esta actividad es colindante con la Reserva Natural Los Queules. Por otra parte, en la zona centro de su distribución están las líneas de transmisión y las concesiones mineras pertenecientes a la comuna de Tomé (Comunicación personal, Nicolás Labán y Diego Muñoz, 2021). En este plan se recoge la experiencia de integrantes del Grupo de Elaboración en la evaluación de un proyecto minero ingresado al SEIA el año 2016, como Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Este proyecto consistente en la construcción y operación de una faena minera y una planta para la producción de óxidos de lantánidos, para procesar 210 ton/hora, contempla una vida útil del proyecto de 16 años y tiene un área de área de influencia colindante a poblaciones de Queule del sector y cercana a un Área de Alto Valor para la Conservación (AAVC) en esa zona, llamada "Queules de Tomé y Penco" de propiedad de Forestal Arauco. Las observaciones realizadas por CONAF en el proceso de evaluación ambiental del proyecto llevaron al reingreso en 2018 bajo la modalidad de Estudio de Impacto Ambiental (EIA). La evaluación en curso, de una Adenda complementaria, ha centrado la discusión en concordar un área buffer que asegure la no afectación de los ejemplares locales de la especie (Comunicación personal, Rodrigo Fuenzalida-CONAF Biobío, 2021).
La identificación de esta amenaza por el Grupo de Elaboración pone de manifiesto que en los procesos de evaluación ambiental no se ha relevado adecuadamente la presencia de subpoblaciones o individuos de esta especie gravemente amenazada. Se hizo notar también la falta de guías técnicas y de capacitación para los evaluadores de proyectos en el marco del SEIA con el fin de mejorar la evaluación. Por otra parte, fortalecer la participación ciudadana que aporte antecedentes sobre la distribución de esta especie resulta muy importante para complementar el sistema de sistema de información del Queule. Consecuentemente se requiere incrementar la coordinación entre servicios públicos con competencias, que participan en la evaluación ambiental de proyectos, así como fortalecer el seguimiento del cumplimiento de las medidas comprometidas en las RCA, por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA). Estas medidas están dirigidas a frenar los efectos de la fragmentación y el deterioro en la calidad de su hábitat.
6.2.4 Malas prácticas agrícolas, ganaderas y forestales
Esta amenaza fue identificada para toda el área de distribución. En la zona norte los bosques de Queule se encuentran en una matriz agrícola de pequeños predios, mientas que en la zona sur predomina la matriz forestal. Prácticas habituales como la utilización de fuego para la habilitación de terrenos para actividades silvoagropecuarias constituyen una amenaza operando sobre esta especie ya que el fuego no solo destruye individuos de Queule, sino que también altera la capa superficial del suelo y destruye la hojarasca que contiene frutos y semillas de Queule y de la vegetación acompañante (Comunicación personal, D Muñoz, 2021). Es común que los pequeños propietarios tengan escaso acceso a información y capacitación en buenas prácticas en lo que se refiere al manejo productivo del ecotono entre el sistema productivo y el sistema natural. En este sentido, se requiere identificar, diseñar e implementar buenas prácticas, así como mecanismos de fomento o subsidios y, por otra parte, hacer seguimiento a pilotos, con el fin de promover una actividad productiva armónica con la conservación de Queule.
6.2.5 Presencia de ganado
El efecto del ganado en bosques nativos está ampliamente documentado y se evidencia como daño mecánico directamente sobre la vegetación y sobre el suelo. Los agentes perturbadores como equinos, bovinos, caprinos y porcinos, producen daño estructural impactando directamente sobre las plántulas, las que pueden ser pisoteadas y ramoneadas por los animales. El fruto de Queule es consumido por el ganado, el cual solo consume la pulpa de la fruta descartando la semilla en el lugar. No hay sobrevivencia de plántulas en lugares frecuentados por el ganado (Muñoz-Concha et al. 2020). Un antecedente sobre medidas de exclusión exitosa se desarrolló a través del proyecto GEF de Especies Amenazadas, que consistió en la instalación de un cerco en torno a un árbol semillero, considerando un área buffer.
6.2.6 Extracción de tierra de hoja con fines comerciales
La hojarasca cumple un rol fundamental en la mantención de la humedad, en la temperatura del suelo, en la germinación de las semillas y en la sobrevivencia de las plántulas. La extracción de tierra de hoja provoca la modificación de la capa orgánica superficial del suelo del bosque, favoreciendo procesos de erosión y compactación del suelo, generando pérdidas significativas de nutrientes, la alteración de las comunidades bióticas y la alteración en los patrones de retención de humedad del suelo. En el caso de las semillas de Queule el impacto de esta amenaza puede ser alto, ya que el éxito de la germinación de semillas de Queule depende directamente de las condiciones de suelo, humedad y nutrientes disponibles. En la actualidad se tienen registros de extracción de tierra de hoja en sectores cercanos a zonas urbanas y específicamente en la localidad de Tomé, todos lugares ubicados en el área de distribución central de la especie (Figura 11). Si bien se han presentado iniciativas para regular la extracción(5), bajo la normativa actual, no se dispone de herramientas jurídicas suficientes para fortalecer la fiscalización de esta práctica, muy arraigada en las áreas rurales, debido a que es una materia prima que se extrae con cierta facilidad, y prácticamente sin costo. Se promoverán buenas prácticas para disminuir su uso, así como programas de educación y difusión de las acciones de conservación de Queule.
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(5) https://www.senado.cl/noticias/medio-ambiente/delito-de-extraccion-de-tierra-de-hoja-vuelve-a-comision-para-revisar#:~:text=%E2%80%9CEl%20que%20extraiga%20sin%20autorizaci%C3%B3n,al%20comiso%20de%20lo%20extra%C3%ADdo.
6.2.7 Colecta inadecuada de frutos y semillas
Los bosques proveen múltiples servicios, entre ellos están los productos forestales no madereros (PFNM) que, si bien pueden ser comercializados en mercados nacionales e internacional, también tienen presencia en mercados locales (Tacón et al., 1999). Es el caso de los frutos de Queule que en el pasado eran vendidos en abundancia en localidades circundantes a Concepción (Reiche, 1934) y que aún es posible encontrar en las localidades de Tomé y Caramávida (Figura 11), comercializados por los mismos recolectores (Saavedra & Matamala 2000), principalmente para elaboración de mermeladas. Los factores que han incidido en la disminución de esta actividad a través del tiempo se relacionan con la reducción en las poblaciones de Queule y con la presencia cada vez más escasa de árboles semilleros. Los antecedentes recopilados por el Grupo de Elaboración señalan que, si bien la comercialización local se constata en la comuna de Tomé, también se ha observado actividad de colecta al interior de la Reserva Natural Los Queules en la Región del Maule, sin embargo, no es posible contar con una descripción detallada, ya que es una actividad que se realiza de manera informal, sin mediar permisos o autorizaciones de propietarios o autoridades.
En un escenario en el cual el reclutamiento de plántulas y el establecimiento de individuos es reducido, el volumen de colecta (germoplasma eliminado del sistema natural), aun comercialmente marginal, es relevante. La línea de acción en este sentido está dirigida a valorar a los recolectores como actores relevantes en la conservación de esta especie, sumándolos por medio de la capacitación y la difusión a difundir el conocimiento y participar como gestores en su conservación.
6.2.8 Corta ilegal
En la Región del Maule, no existen registros de CONAF sobre denuncia de corte ilegal de la especie. Por el contrario, en la Región de Ñuble, el año 2015 se detectó la corta no autorizada de 10 ejemplares en la comuna de Coelemu. En ese momento se efectuó la denuncia por corta no autorizada al Juzgado de Policía Local, con una multa propuesta de $12.972.000. Algunos de los puntos donde se tienen registro de denuncias de corta ilegal se muestran en la Figura 11.
En los últimos años, existió una denuncia sobre la corta de especies nativas cercanas a Queules en un sector de Hualqui (Región del Biobío). Esto motivó a tomar medidas desde la Forestal Arauco en conjunto con las comunidades (ONGs, municipios, entre otros) para crear un sistema de alerta que permitiera coordinar acciones en caso de estar en presencia nuevamente de esta amenaza. Este trabajo mancomunado, motivó a Forestal Arauco a realizar acciones en un sector conocido como Redolino, que colinda con el Parque Nacional Nonguén, para eliminar individuos de pino y reintroducir Queule y otras especies nativas(6).
Esta acción se materializó en forma colaborativa, con la participación activa de actores de la sociedad civil y el Centro de Semillas de CONAF. A la fecha, se han realizado 5 jornadas de plantación y monitoreo. Estas acciones se han desarrollado en conjunto con la comunidad y municipio de Hualqui.
Uno de los principales desafíos de esta amenaza es la escasa capacidad de fiscalización preventiva, limitada tanto por recursos tanto humanos como económicos del servicio que tiene dicha competencia. La especie es explotada principalmente en terrenos de particulares, por lo que la denuncia a CONAF de la corta de individuos de Queule es de gran importancia a la hora de sancionar y evitar nuevos casos de corta ilegal. La baja fiscalización preventiva sumada al poco conocimiento de la especie y de su estado de conservación por parte de las personas, mantienen a la corta no autorizada como una amenaza latente para el Queule y, en consecuencia, es relevante llegar a ese segmento de la comunidad con información y alternativas de uso que contribuyan a reducir la explotación.
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(6) https://gefespeciesamenazadas.mma.gob.cl/activa-participacion-de-vecinos-en-trabajo-de-restauracion-y-plantacion- de-queules-en-la-comuna-de-hualqui/
7. ACTORES RELEVANTES
Se reconocen actores relevantes, tanto en el sector público como privado, que deben tener participación en la implementación del Plan de Recuperación, Conservación y Gestión de Gomortega keule, según sector. Son los siguientes:
Sector público:
. Ministerio del Medio Ambiente a través de la Secretaría Regional Ministerial de la Región del Biobío (como coordinadores del Plan), junto a las Secretarías Regionales Ministeriales de las regiones del Maule y de Ñuble.
. Ministerio de Agricultura.
. Corporación Nacional Forestal (CONAF).
. Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).
. Instituto Forestal (INFOR).
. Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
. Ministerio de Obras Públicas (MOP).
. Ministerio de Bienes Nacionales (MBN).
. Ministerio de Energía.
. Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
. Gobierno Regional del Maule.
. Gobierno Regional de Ñuble.
. Gobierno Regional del Biobío.
. Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP).
. Servicio Nacional de Turismo (SERNATUR).
. Instituto Nacional de la Juventud (INJUV).
. Armada de Chile a través de la Capitanía de Puerto de Talcahuano.
. Municipios de Pelluhue, Cobquecura, Coelemu, Tomé, Penco, Hualpén, Talcahuano, Concepción, Hualqui y Los Álamos.
Sector privado:
. Empresas Forestales: Forestal Arauco, Forestal CMPC, Forestal MASISA.
. Pequeños y medianos propietarios de terrenos con presencia de Queule.
. Universidad de Concepción.
. Universidad del Biobío.
. Universidad Católica del Maule.
. Universidad Adventista de Chile.
Sociedad Civil:
. Organizaciones no gubernamentales: Fundación Nahuelbuta, Fundación Keule, Fundación Darwin Maule, organizaciones comunales.
. Red Comunal de Conservación del Queule, Tomé.
. Cooperativa Caramávida.
8. VISIÓN
El Queule es una especie reconocida y valorada por la comunidad a nivel nacional que prospera naturalmente en un paisaje manejado sustentablemente.
9. META DEL PLAN
En un plazo de 10 años se mantiene la extensión de la presencia, aumenta en un 10% el tamaño de la población de individuos maduros y el área de ocupación de la especie aumenta al menos en un 10%, respecto de la línea de base registrada al inicio del plan.
10. ALCANCE TERRITORIAL DEL PLAN
El alcance territorial del plan comprende el área de distribución de la especie en las regiones del Maule, Ñuble y Biobío, representada en la Figura 12.
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11. OBJETIVOS DEL PLAN
1. Disminuir las amenazas que afectan al Queule en el área de distribución de esta especie.
2. Aumentar la protección y las acciones de restauración del hábitat del Queule y de sus poblaciones.
3. Implementar un sistema de información y monitoreo de las poblaciones de Queule y su hábitat.
12. ESTRUCTURA DEL PLAN DE ACCIÓN
12.1 Líneas de acción por objetivos e indicadores de seguimiento
12. 2 Actividades por línea de acción
Actividades por línea de acción, plazos asociados, productos/resultados y responsables sugeridos.
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13. GRUPO DE SEGUIMIENTO, PROCEDIMIENTOS Y PERIODOS DE EVALUACIÓN DE LA IMPLEMENTACIÓN DEL PLAN
Grupo destinado a realizar el seguimiento de las acciones comprometidas para el éxito del Plan según lo señalado en el procedimiento y periodos de evaluación de la implementación del Plan. El grupo de seguimiento para el Plan de Recuperación, Conservación y Gestión del Queule está conformado por:
. Representantes del Ministerio del Medio Ambiente.
. Representantes de la Corporación Nacional Forestal.
. Representantes del Instituto Forestal.
. Representantes de la Municipalidad de Cobquecura.
. Representantes de Municipalidad de Tomé.
. Diego Muñoz, investigador.
. Diego Alarcón, Investigador.
. Pedro Garrido, investigador.
. José San Martín, investigador.
. Representantes de ONG Conciencia Sur y ONG Defensa Ambiental.
. Roberto Francesconi, Ingeniero Forestal.
. Representantes de Forestal ARAUCO.
. Representantes de Forestal CMPC.
La coordinación del grupo de seguimiento estará a cargo del Ministerio del Medio Ambiente, a través de la Seremi de Biobío, quienes sesionarán al menos cuatro veces por año para verificar el cumplimiento de las acciones definidas en el Plan. El cumplimiento de las acciones deberá ser reportado al Ministerio por parte de el o los órganos, personas jurídicas o personas naturales asignadas para cada acción, para su correcto seguimiento.
La implementación del Plan se llevará a cabo en un horizonte de 10 años, periodo durante el cual el Grupo de Seguimiento evaluará cada 2 años, o según estimen conveniente, replantear aquellas acciones que no estén siendo efectivas para lograr alcanzar las metas propuestas en el Plan.
14. COSTOS ESTIMADOS DE LA IMPLEMENTACIÓN DEL PLAN
La implementación del Plan de Recuperación, Gestión y Conservación de Queule se estima en US$1.836.663 considerando un horizonte de 10 años. Este se desglosa en US$789.389 para el cumplimiento del objetivo N° 1, US$805.522 para el cumplimiento del objetivo N° 2 y US$241.752 en el caso del Objetivo N° 3. La siguiente tabla presenta los costos del plan por objetivos y por línea de acción.
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La estimación de costos calcula el valor presente neto para cada una de las acciones definidas por el Plan (70 Acciones), considerando una tasa de inversión social del 6% definida por el Ministerio de Desarrollo Social(7) para proyectos sociales y un periodo variable dependiendo de los plazos definidos para cada acción que van desde 1 año hasta 10.
Los costos presentados en este Plan corresponden a una evaluación de todas las acciones descritas en el mismo, pudiéndose valorar monetariamente 66 acciones que corresponde al 94% del total de acciones.
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(7) Precios Sociales 2017. Ministerio de Desarrollo Social (MDS). 2017.
15. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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